MG One 1.5T DLX CVT: Subiendo el listón en el segmento de los SUV compactos

De un tiempo a esta parte MG ha demostrado que está haciendo bien las cosas, con un portafolio de productos moderno y con la mira puesta en la electrificación, tal como lo demuestra el binomio conformado por el ZS EV y el Marvel. Pero la marca inauguró una nueva era en Chile con la presentación en 2022 del MG GT, al que acaba de sumarse hace un par de meses su nuevo SUV compacto One, el que tuvimos oportunidad de ponerle el guante al volante por espacio de unos días a su variante tope de línea.

Sabemos que todo entra por la vista, y sin duda que las primeras impresiones importan en todo orden de cosas, algo de lo que no está ajeno el diseño automotriz, y que tuvieron presentes los diseñadores de este modelo que viene a ocupar el espacio vacante entre el RX y el HS, dos SUV´s de la firma oriental. Sin duda, que estamos en presencia de un auto que voltea miradas o al menos despierta la curiosidad de quienes lo ven, partiendo por un frontal llamativo en el que predomina su grilla hexagonal tridimensional, con el logo MG al centro del que emanan una serie de rayos satinados hacia los costados, flanqueada por estilizadas luces LED, con tres filamentos independientes para los intermitentes, luces bajas y altas, dos marcados pliegues en su capó, y los encastres laterales, que nos unen a la toma de aire inferior central.

Visto de perfil, nos encontramos ante la silueta de un crossover, por cuanto luce como un hatchback con más despeje, donde resalta el bitono negro presente en el techo (tipo flotante), además de los espejos tipo bandera con repetidores de los intermitentes en las carcasas, cámaras y plegado eléctrico (se abaten al momento de cerrar el auto desde el comando a distancia), sumado al resalte del contorno de las puertas dado por el detalle cromado y la particular textura escamosa del pilar D.

También vemos que la línea de techo traza un sutil descenso hacia la zona posterior, sumado al efecto de la línea de cintura, que nace desde el costado de las luces delanteras y se intersecta a la altura del pilar D con otra, otorgándole más anchura al conjunto, al igual que los ligeramente abultados pasos de ruedas, que albergan neumáticos Continental Premium Contact 6 de medida 225/50 R19, con llantas de aleación con diseño de hélice, dan un agradable rodado sobre asfalto. Un elemento característico que no recuerda su tipología, es el revestimiento en resina negra que recorre todo el perímetro de los bajos de su carrocería.

Su zona trasera está presidida por un particular spoiler, que la marca denomina como “Twin Aero”, él que luce muy bien integrado y no sobrecarga el conjunto, con una tercera luz de freno que hace un guiño a los autos de la F1, dispuesta de manera vertical. Luego encontramos una luneta trasera ancha, con el consabido limpiador trasero, un generoso espacio para la placa patente, luces traseras LED, dos sutiles luces reflectantes en las esquinas del parachoques, simulaciones de salidas de escape y un difusor trasero.

Abrimos cualquiera de sus cinco puertas y nos encontramos ante una cabina que destila modernidad y tecnología. Nos invita a subirnos, partiendo por sus envolventes asientos de cuero, con marcados apoyos laterales en las plazas delanteras, al centro de las cuales se alza una consola que alberga la palanca selectora tipo “joystick”, el botón de encendido al centro y los comandos que operan el freno de mano eléctrico y el autohold. Sobre el primero se agradece el hecho de que cuente con accionamiento automático al momento de poner la transmisión en P.

El conductor se hallará ante la presencia de un nuevo volante achatado, con el logo MG grabado muy en el estilo de lo visto en una conocida marca europea, con comandos que requieren cierto grado de inducción para dominarlos. Sin embargo, lo que roba miradas es el trío de pantallas, las que de izquierda a derecha son: una de 5,4”, que mediante comandos táctiles permite activar el cierre centralizado, encender luces, regular los espejos (para esto último nos hubiese gustado un comando físico). Al centro se halla el cuadro de instrumentos digital de 7”, que visualiza el tacómetro, velocidad, indicador de nivel de combustible, nivel de temperatura del refrigerante del motor, computador de abordo, entre otros. Mientras que una tercera de 12,3” está ligeramente orientada al conductor, alberga el sistema de infoentretenimiento, compatible con Android Auto y Apple Car Play, permite acceder al climatizador, configurar elementos como los ADAS o la cámara de 360°. Nos gustó mucho la excelente legibilidad y resolución de las pantallas, así como el recubrimiento, que evita el marcado de los dedos, producto del uso permanente.

Las plazas traseras también nos sorprendieron por varios motivos. Primero porque acogen con total confort a personas altas, quedando con espacio libre para la cabeza, aun teniendo presente el generoso techo panorámico corredizo con cortina independiente para los días de calor. Segundo la presencia de un piso casi plano, contar con luces de lectura LED, al igual que el plafonier delantero, salidas de aire traseras y puerto de carga USB.

El portaequipajes cuenta con bandeja para evitar miradas indiscretas, un espacio de almacenamiento que va desde los 336 a los 1.120 litros, muy acorde a las dimensiones del auto.

Sin embargo, basta con ponernos al volante, apretar el botón de encendido, para que cobre vida su motor turboalimentado de 1.5 litros, que entrega 168 Hp de potencia y 275 Nm de par, los que sumados a la suavidad de funcionamiento de su transmisión CVT, que simula siete marchas, hacen la magia para que el manejo del One sea un deleite, sin importar que se encuentre en ciudad o carretera. El buen calibrado de su suspensión, con esquema McPherson adelante y multibrazo atrás, logra un buen balance, ya sea si queremos un manejo más acompasado en entornos urbano o algo más dinámico en autopista.